THERE ARE NO MONSTERS IN THE FOREST

Selenitas.

Cómo ya sabéis, yo soy una adolescente, de 15 años en concreto. Y me quejo mucho mucho de las hormonas. Del brote hormonal que aparece a mi edad en todos los seres humanos. No sé mucho de biología, ni tampoco lo he investigado mucho pero me he inventado una teoría, más bien una frase que me consuela y me ayuda con estas hormonas imparables que habitan dentro de mí.

There are no monsters in the forest. No hay monstruos en el bosque.

Yo interpreto la adolescencia y la vida en general como un bosque. Tu bosque, en él, hay monstruos que te persiguen y te hacen sufrir. Cuando eres adulto esos monstruos son reales, es decir tienes problemas psicológicos, económicos o un largo etcétera que vas solucionando a lo largo de tu vida. Pero cuando eres adolescente, a parte de los monstruos reales, las hormonas nos hacen ver monstruos que no son ciertos. Que no tienen ningún sentido. Por eso yo me pregunto: oye Luna, ¿por qué te preocupa está tontería? ¿por qué piensas en eso?. Y respondo: ¿es que hay acaso un monstruo contra el que tengas que luchar? No es importante. No hay nadie en el bosque Luna.